La instalación de unas varillas que son una baranda que hace las veces de muro de contención en un arroyo en la última calle del barrio La Palma, en la ciudad de Sincelejo, resultó ser una medicina más grave que la enfermedad.
Fue tan improvisada su colocación, a pocas horas de que un carro cayera al arroyo y su conductor falleciera, que ya le han recortado dos barandas a la aludida rejilla que está pintada de verde.
Desde su ubicación los vecinos de la zona advirtieron que iba a empeorar la situación porque los desechos que arrojan al arroyo se iban a quedar atrapados y no iban a permitir el flujo libre de las aguas. Y lo avisado ha ocurrido y ahora los vecinos del puente ya no saben que más hacer.
Erika Rivera, moradora de la carrera 24 en La Palma, le dijo a La Región que “desde la colocación de la baranda las cosas han empeorado porque se quedan represadas las basuras y nos causa inundaciones. La más reciente inundación fue el 11 de octubre”, narró la ciudadana que pide del desmonte total de la baranda y la canalización subterránea del arroyo. No queremos una canalización normal porque ya hubo una víctima, Dilan Navas, que lo arrastró la corriente”.
Otra de las habitantes de esa zona en el barrio La Palma es María Eugenia Rodríguez, quien denuncia que los malos olores y los animales son insoportables. “Necesitamos una solución buena o más pronto”.








