Los Paraderos con Espacio Público (PEP) que con tantos bombos y platillos construyeron e inauguraron en el pasado en Sincelejo, en las administraciones de Jacobo Quessep Espinosa y Andrés Gómez Martínez hoy están destruidos, sucios y son guarida para la delincuencia.
Los PEP llegaron a la ciudad antes que las busetas del verdadero Sistema Estratégico de Transporte, que no es el que hoy presta la Ruta del Corazón con dos rutas, y por eso ya no sirven, nunca prestaron el servicio para el que fue creado.
Sigue siendo el transporte público masivo de pasajeros en Sincelejo la cenicienta.
En las mismas condiciones o quizás peor, están los paraderos metálicos que inundaron la ciudad sin saber a quién se esperaba porque buses no iban a parar.
La Región recorrió los PEP de la Avenida San Carlos, que está al lado de la IE Dulce Nombre de Jesús, o colegio El Norte; el que está en el barrio Puerta Roja, frente a la sede principal de la Universidad de Sucre, y el que está frente al Estadio 20 de Enero, y en todos ellos la constante es: destrucción, suciedad, guarida de delincuencia y hasta se le han robado el mobiliario.
Los vendedores que están frente al PEP de la Universidad de Sucre dicen que nada de esto hoy estuviera ocurriendo si les hubieran dado el sitio para que ellos lo cuidaran, como lo pidieron, pero lo que recibieron como respuesta fue un no.
De momento el único PEP que saca la cara es el de La Bastilla, que la comunidad lo cuida porque en él han puesto a funcionar unos negocios de comidas.








